Muchas actividades pueden dañar el medio ambiente tanto a largo como a corto plazo, puesto que normalmente prima la economía frente a la protección del medio ambiente. Pero no solo por actividades de tercero, en ocasiones debido a accidentes ya sean naturales o humanos podemos encontrarnos con serios problemas ambientales.
Existen riesgos como son error tecnológico, un error humano o un acto malicioso de un tercero, que puede dar lugar a una reclamación y/o una sanción impuesta por la Agencia Española de Protección de Datos y cuya repercusión solo puede evitarse mediante la contratación de una cobertura adecuada.